R: ...Vale, pero me tienes que dejar tu casa (peazo de chalet de dos pisos con jardín)
P= Mi casa? Para qué?
R: Es una sorpresa, hombre, si te lo digo no tiene gracia. Tú te vas, y cuando esté lista te hago una perdida y vienes, vale?
P: Ok, vale
Voy a contarlo desde su punto de vista, es decir, contaré lo que él vió cuando raquel le hizo la llamada perdida
Al llegar al jardín, abre la carta que raquel le había dado previamente y lee algo como "Tienes que levantar la rana del jardín y coger la llave, la vela y el mechero. Enciende la vela (el mechero puedes dejarlo ahí) y entra en casa. MUY IMPORTANTE: No enciendas ninguna luz, y haz lo mismo que yo por la escalera"
Al entrar, la casa está a oscuras, salvo por un montón de velitas de té, una en cada escalera de las que llevan al piso de arriba. Al lado de cada vela, una gominola (que le encantan) y un papel con alguna frase escogida para la ocasión. Ah! y, en el primer escalón, el zapato derecho de raquel, en el segundo el izquierdo, en el tercero un calcetín...
Cuando por fin llega arriba, no es a la habitación adonde le dirigen las gominolas, sino a la puerta del cuarto de baño, que está cerrada. En la puerta, otro puñado de gominolas y una cartulina tamaño folio donde pone algo así como "Disfruta de cada una de las sensaciones que tu cuerpo te va a regalar con toda la intensidad que merecen. Una cosa más: no hables hasta que sea absolutamente necesario"
Cuando abre la puerta, raquel está desnuda, encogida y metida en la bañera llena de espuma. Suena chill out suavecito, y el baño está salpicado (una vez más) de velitas de té. A los pies de la bañera, una cubitera con hielos, un plato grande con trocitos, perfectamente colocados, de kiwi, fresones, plátano, pera y manzana. Además de dos cuencos con azúcar y chocolate caliente, y dos pañuelos de gasa
Cuando P entró al baño, estaba totalmente vestido. raquel, cuando le vió entrar, se encogió todavía más en la bañera y pensó "la he cagado". Pero P, obedeciendo sus órdenes, no dijo nada: salió del baño para volver a los dos minutos desnudo, esta vez sí
Se metió en la bañera y los dos comenzaron a darse de comer, no sin antes vendarse los ojos. En silencio y con los ojos vendados, las sensaciones son mucho más intensas, así que follaron cualquier cantidad de veces. Sin verse y sin hablarse, dejando las sensaciones en manos del olor, del tacto, del oído y del contraste de sabores

Fueron dos horas increíbles, pero.......
R: jajajajajajajajaja
P: Tía, no te rías, que me corta todo el rollo. No decías que no había que hablar?
R: jajajaajajajaj. No, yo dije que no habláramos hasta que fuese totalmente necesario, y me acabo de dar cuenta de que me he dejado el champán en la nevera del piso de abajo
P: jajajajaajajaj, no jodas!!! jaajajajaj
R: sip
Partidazo salió corriendo, desnudo y lleno de espuma, a traerle a la que fue la mujer de su vida por una noche, el champán
Y colorin, colorado.....
PD: Es una historia real, pasó hace 3 ó 4 años. Quería escribirla para que no se me olvidase :)