jueves, 31 de enero de 2008

Una historia de amor

Cuatro camisas, siete camisetas, dos vaqueros, tres pantalones de vestir, dos americanas... y la chica, desnuda, mira con rabia toda la ropa pensando, una vez más, que el comprarse ropa ya no puede esperar, que no tiene nada que ponerse para su cita. La de cada tarde

Puntual, como siempre, espera a su príncipe azul. Ella comprende que el trabajo le roba a su amado la mayor parte del día, por eso no le importa esperarle en la puerta (él nunca ha tenido una hora fija de salida)

Mientras, se entretiene imaginando su futuro en común: tendremos hijos? cuántos? lo mejor sería la parejita pero claro, eso no se elige... Pero un chico seguro. Se llamará como su padre. Y una niña? una niña estaría bien, una princesita... Y dónde viviremos? en el campo, en una casa con jardín. Pero claro, eso será muy caro. Aunque, pensándolo bien, un piso en la ciudad mejor, porque los niños tendrán que ir al cole y yo no sé conducir. Y su padre? trabajando, claro, como siempre. Sí, definitivamente lo mejor será un pisito...

Cuando llueve, se refugia en el portal de enfrente, desde donde puede ver trabajar a su amado. Echa continuas miradas a su aspecto; quiere estar perfecta. Se arregla el cuello de la camisa, comprueba su maquillaje....

Él sale de trabajar

Ella se acerca, le sonríe

Él no corresponde a la sonrisa

Ella intenta decirle algo, pero sólo acierta a balbucear un "Hola"
"Hola", contesta él

Armándose de valor, ella añade "Qué tal?"

"Bien, cansado de currar. Mañana más", responde

Eso, mañana más, piensa ella mientras ve cómo su amado se mete en el coche con otro compañero. Los dos la miran de reojo y se sonríen

Mientras el coche se aleja, ella se siente completamente feliz. "Me ha mirado, y se ha ido sonriendo", piensa mientras vuelve a su casa pensando en qué ponerse mañana para su cita. La de todas las tardes

En el coche, él comenta con su compañero: "Tío, estoy hasta las pelotas de la tía esta. Vale que es un poco retrasada, por eso siempre todos la hemos tratado con cariño. Pero está enamorada de mí, tío, me espera todos los días en la puerta sólo para verme salir. Me da mucha pena, pero no sé cómo librarme de ella"



PD: hay una comisaría de policía justo enfrente de casa de mi madre. Desde hace dos o tres años (mínimo) una muchacha retrasada (no mucho, si no te fijas o la oyes hablar puedes no notarlo) espera cada tarde a uno de los policía apoyada en la pared. Le da igual que llueva, que nieve o que haga un calor de cojones. Le ve salir y sólo balbucea un "hola". Él sale de currar cada tarde lo más rápido que puede

Entiendo al chaval

Pero también la entiendo a ella

Su madre (o eso creo) la acompaña hasta la puerta y después se marcha

Cada tarde

El relato... bueno, es lo que yo imagino que ella piensa

12 comentarios:

Ucedaman dijo...

Jo... que cosa más triste.

Es una historia digna de rodar un corto.

Patricia dijo...

me recuerda a una canción de Victor Manuel que me encanta... "Sólo pienso en ti". Sé que no es exactamente la misma historia, pero... esa canción tiene tantísima bellaza como tienen los sentimientos de esa muchacha que espera en la puerta de la comisaría cada día.

Besos

Angel dijo...

seguro que ella piensa eso, y bueno uffff el policia, el pobre también tiene que pasar lo suyo, por que que sea cada día...

Anónimo dijo...

Preciosa historia¡¡ Que conste que entiendo a ambas partes, pero que poco cuesta al poli una sonrisa para hacerla feliz.

Coincido con sonrisa en la canción, siempre que la oigo se me escapan las lágrimas.

Besos malditos y enamorados¡¡

Pd. la enamorada no soy yo, obvio, aclaración por si te habías asustado ;-)

NOS VEMOS EN UN MES¡¡ que tiemble tu ciudad raquel que llega lenita¡¡

Esther dijo...

Ufff que alguien ayude a esa chica por favor !!!! y tambien al tio, lo estará pasando mal !

Anónimo dijo...

Joer que triste, pobrecita..este ha sido un relato de los que lo lees y te quedas con el nudo en la garganta..
bessos

Anónimo dijo...

Hola!
Me ha enternecido la historia. Tengo que reconocer que soy más pro-chica, aunque supongo que yo también me agobiaría, cuesta menos una sonrisa y un hola...
bss

Álvaro dijo...

Madre mía, no conocía yo esta faceta tan nostálgica tuya...

¿Todo bien?

Jesús dijo...

Un día, el policía salió cansado (como siempre) del trabajo, esperando (sin esperar) ver a la joven..., pero ella no estaba ese día. No le dio importancia, se marchó. Al día siguiente tampoco vino. Ni al otro. Al quinto día el policía comenzó a inquietarse. No sabía si es que la echaba de menos o simplemente que se había acostumbrado a tener esa pequeña contribución a la rutina diaria.
Dos semanas después la vio paseando sonriente, agarrada de la mano de otro hombre, un joven de buena planta y mejor sonrisa. El policía, no supo muy bien porqué, sintió una punzada en el estómago. Quizá debía haber respondido alguna tarde a una de esas sonrisas con otra suya. Entonces se sintió triste. Nunca imaginó que aquella chica (supuestamente) retrasada podría estar con un chico bien plantado como aquel. Mirándola bien, ella no era fea, más bien interesante, y su sonrisa era hermosa, muy hermosa.

Mientras ella se alejaba con el joven, el policía pensó que a partir de ese día devolvería sonrisas, aunque su trabajo le dejara amargado.

When love comes arround
next time I'll be ready

Alan Jackson

Espero que te guste mi final del cuento. Y si puedes cuéntaselo al policía...

Besos

Miguelo dijo...

joe... la historia es triste ohhh

humo dijo...

Es lo más estremecedor que he leído últimamente.

Anónimo dijo...

joder que pesada la tia esa, y no le dejaba en paz ni un solo dia??